viernes, 27 de junio de 2014

DESPEDIDA Y CIERRE

Todo lo bueno se acaba y mi estancia en Polonia no iba a ser menos. Eso quiere decir también que "De Erasmus tras el telón de acero", o sea, este blog, echa el cierre. Quedará como un recuerdo más de la aventura, igual que los imanes que he traído para la nevera, la taza o el mapa del transporte de Wrocław. Ahora quedará perdido en la inmensidad de la blogosfera esperando a ser leído por algún bloguero curioso, o quizá muy despistado.
Embarcando hacia Madrid desde Cracovia

LA AVENTURA BLOGUERA

Ya hace más de una semana que me vine de vuelta, por lo que la foto anterior sólo está para ilustrar ese momento en el que abandonas el país donde has residido los últimos tres meses para volver a casa. He tardado un poco en escribir esta última entrada, no por nada, sólo que, como ya os conté en anteriores escritos, he acabado un poco aburrido del blog.

No sé si volveré a hacer un blog en el futuro, quién sabe. Todo dependerá de las experiencias que la vida nos tenga reservadas, y de las ganas de contarlas. A día de hoy no me lo planteo, ya que no creo que a nadie le interese el día a día de una persona normal y corriente, como yo. Mi primera experiencia como bloguero se puede decir que ha sido positiva. No sé valorar si las mil ciento y pico visitas que ha recibido este blog han sido muchas o pocas. Sí que puedo asegurar que yo he intentado hacerlo lo mejor que he podido, dentro de mi inexperiencia en este ámbito, metiendo fotos, enlaces, etc. para hacerlo lo más ameno posible para el lector.

Ya os conté al inicio del blog que este era mi debut en este campo y, sinceramente, a mí me ha gustado cómo ha quedado, aunque sea por las horas que le he echado para escribir cada entrada.

 

HACIENDO BALANCE

De Polonia me he traído en la maleta (física y "virtual") una experiencia inolvidable. Lo primero decir que Polonia es un país fantástico, con muchísima historia, muchas cosas por ver, precios asequibles (para nosotros), gente hospitalaria y muchas cosas positivas más. Obviamente, también tiene sus miserias, pero yo en estos tres meses he visto bastantes más cosas positivas, que son con las que prefiero quedarme. Polonia es un país bastante desconocido para el español común. Todos conocemos a clásicos como Marie Curie, Chopin, Lech Wałęsa, Auschwitz o incluso Robert Lewandowski, pero aparte de todo esto, es un país que os sorprenderá gratamente si alguna vez tenéis la ocasión de visitarlo.

Pasar tres meses en Polonia también me ha permitido visitar lugares que, o bien jamás había visitado, o bien en mi vida pensé que iba a ir a ellos. De todos estos lugares habéis tenido noticias de cómo fue la experiencia en ellos: el campo de concentración de Auschwitz, las minas de sal de Wieliczka, el mar Báltico y su conurbación de Gdańsk, Sopot y Gdynia, Praga y Berlín. Y por supuesto todo lo que hay de ver en Wrocław, que no es poco. No hace falta añadir fotos porque es mucho lo que ya os contado sobre todos estos lugares.

También me traigo una buena experiencia laboral, que fue lo que, al fin y al cabo, me llevó allí. Trabajar en la Politechnika Wrocławska ha sido un buen punto de partida para coger experiencia como Técnico en Prevención de Riesgos Laborales. El personal allí me acogió fenomenal y siempre me brindaron todo aquello que les pedí, así que muchas gracias a Marcin y Radek, que han sido unos tíos muy majos, aunque no creo que lean esto, ni que lo entiendan, en caso de que llegasen a leerlo...

Por ir finalizando, este blog no podía acabar sin una mención especial para esa gente con la que he convivido estos tres meses, que me ha aguantado (y viceversa) y con los que me lo he pasado genial y me he reído muchísimo: los Wrocławolingas (sí, el nombre es cosecha de un servidor...). Esa gente que, a los dos días de conocerlos, parecían amigos de toda la vida, lo cual no es nada fácil encontrar. Así que desde aquí, un fuerte abrazo para Ander, Andoni, Aritz, Gaizka, Helena, Inma, Irati, Itziar y Xabi. Espero que algún día volvamos a encontrarnos (vosotros lo tenéis más fácil, por cercanía) y que no se quede sólo en la típica buena intención de "a ver si nos vemos...".
Los Wrocławolingas a tope con la maquinaria
Pues como decía ese gran pensador, Porky Pig: "Esto es todo, amigos". Espero que hayáis disfrutado del blog por lo menos una mínima parte de lo que he disfrutado yo con esta experiencia, y contándola a todos vosotros.

Quizá nos leamos en el futuro. Un saludo a todos y gracias.

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