EL COMIENZO DE LA AVENTURA

A mis casi 30 años voy a estrenar dos nuevas facetas en mi vida: la de estudiante Erasmus y la de bloguero. Quizá la primera pueda sonar un tanto chocante, teniendo en cuenta que esta suele ser una opción reservada a estudiantes universitarios de veintipocos años, y yo ya ni tengo veintipocos ni soy universitario. Pero el Proyecto Erasmus ya no sólo está disponible para el ámbito universitario, sino que se ha abierto a otros ámbitos como la Formación Profesional. Yo soy estudiante de Formación Profesional, lo que solemos llamar erróneamente un "módulo", concretamente de un Ciclo Formativo de Grado Superior de Prevención de Riesgos Profesionales (a mí también me parece un nombre muy rimbombante).

No somos pocos los (aún) jóvenes, aunque ya no tanto, que nos hemos embarcado en el proyecto de volver a estudiar, bien por la crisis, porque no hay trabajo, por aprovechar el tiempo, o por simple reciclaje profesional. Cada uno tiene sus motivaciones y todas son válidas. Como ya sabéis, la FP consiste en un año y dos trimestres de teoría, y un último trimestre de prácticas en la empresa (llamado Formación en Centros de Trabajo o simplemente FCT) donde tenemos que poner en práctica todo aquello que hemos aprendido. Desde que mi instituto nos ofreció la posibilidad de realizar las FCT fuera de España, me pareció una idea bastante atractiva, ya que me permitiría mejorar mi (bastante básico) nivel de inglés, además de vivir fuera y lejos de casa, algo que nunca he hecho hasta el día de hoy.

LA ELECCIÓN DEL DESTINO

Después de pasar en 7ª posición un proceso de selección al que concurrimos 19 personas para 10 plazas, había que empezar a elegir destino. Sobre la mesa nos ofertaron países como Italia, Inglaterra, Irlanda, Malta... y otros más "exóticos". Como el objetivo principal era mejorar el inglés, Italia quedó descartada desde el principio. Inglaterra no pasó mi particular criba por sus disparatados precios. Malta o Irlanda eran más asequibles económicamente, pero como no todo es el dinero, no me hacían gracia otras condiciones como compartir habitación durante tres meses (llamadme raro...).

Fue entonces cuando apareció ese país que en primer momento pasé de largo: Polonia. "¿Polonia? ¿Qué hago yo en Polonia?" Algo así fue lo primero que pensé al ver la oferta polaca. Pero resulta que era sensiblemente más económica que el resto, con unas condiciones de estancia muy buenas y con la posibilidad de hacer las prácticas en inglés (como ya os podréis imaginar, no sé una palabra de polaco...). Entonces ya pensé: "¿Y por qué no?". Tras pedir consejo a varios amigos muy aficionados a viajar y que han tenido la ocasión de visitar Polonia, me convencieron de que es un país muy interesante, con muchas cosas por ver, y asequible para un bolsillo de nivel medio-bajo. Le comuniqué la decisión a los responsables del instituto y fue entonces cuando la empresa intermediaria que gestiona todos los trámites empezó a buscar una empresa para hacer las prácticas. En un principio parecía que el destino iba a ser Poznań, pero finalmente la "empresa" es la Politechnika Wrocławska, o como diríamos en español, la Universidad Politécnica de la impronunciable ciudad de Wrocław.

Edificio principal de la Politechnika Wrocławska

EL BLOG

Y es aquí donde he decidido estrenar mi faceta de bloguero de la que hablaba al inicio. Internet está plagado de blogs relatando experiencias de viajes (y no digamos de Erasmus...), pero como cada persona es un mundo, espero que este rincón sea especial y tenga mi sello personal. Desde aquí intentaré contaros mis andanzas por tierras polacas, y las curiosidades de un país bastante desconocido para la mayoría de españoles. La próxima entrada en el blog la escribiré desde Polonia, y ya desde allí os contaré mis primeras impresiones de aquel país, que espero sean buenas.

Un saludo a todos y espero que me sigáis. Esto sólo ha sido una pequeña introducción.